La fotodepilación consiste en la destrucción del folículo piloso por medio de energía lumínica que, al entrar en contacto con la melanina del pelo, se transforma en calor y lo elimina progresivamente.

Nuestro equipo de fotodepilación actúa selectivamente sobre la melanina del pelo, de tal forma que será más efectiva sobre el pelo negro y castaño, disminuyendo su efectividad según disminuya el color del pelo y siendo nula en el pelo cano.

El número de sesiones es variable en cada persona y dependerá de diversos factores, como

son: el color del pelo, el grosor, el metabolismo hormonal, medicación (antidepresivos, ansiolíticos, corticoides, anticonceptivos, etc.), el estrés, la zona a tratar, etc., aunque los resultados del tratamiento son notables desde la primera sesión. Es imposible predecir el número de sesiones que necesitaremos. En un pequeño porcentaje de personas, el tratamiento no es efectivo.

Las sesiones se realizarán, en principio, cada uno o dos meses, dependiendo de la zona a

tratar, y se irán espaciando conforme avancen las sesiones.

La duración del tratamiento es variable en cada persona. En un 10% de personas se puede producir un recrecimiento del pelo en una zona donde antes no había.

Los efectos secundarios de la fotodepilación son, a nivel local, eritema (ligero enrojecimiento

de la piel) y edema perifolicular (pequeña hinchazón alrededor del folículo piloso). Estos síntomas son indicativos de que el tratamiento ha sido eficaz y remiten en pocas horas. En algunos casos pueden producirse quemaduras que pueden causar hipopigmentaciones que durarán más o menos tiempo en función del fototipo de piel.

Para evitar estos efectos, el tratamiento se acompaña de un producto calmante y una crema con protección solar que se tendrá que aplicar en la zona tratada según prescripción del personal técnico.